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galego 2024-11-21 Estás en: Inicio Novas QSLs: Sí, ... pero No

QSLs: Sí, ... pero No

Hay muchas formas de decir que "no". Algunas incluso sin decirlo, simplemente dejando pasar el tiempo. Otras poniendo límites des­alen­ta­do­res, abusivos, casi burlescos.

En este sentido van las diversas opiniones que nos llegan sobre la última "decisión" de la Junta Directiva de URE sobre el envío de QSLs a no-socios, que incluso llegan a calificar de auténtica tomadura de pelo.

Reflexionemos un poco sobre ello...


Entrecomillamos la palabra "decisión", porque ni tan siquiera ha sido una verdadera decisión, sino sólo la prórroga de la ya tomada en el 2008, que, a su vez, era otra prórroga de una decisión aún más anterior.

Pero veamos qué ha trascendido de su reunión del 08/11/2015. Dice el acta:

Envío QSL a no socios. Recomendación 85-9 de la IARU.

La JD revisa el acuerdo de JD de 3 de octubre de 2008 en el que se fijaba el importe que se aplica, siguiendo la recomendación 85-9 de la IARU, relativo al envío de QSL a NO socios que lo soliciten. Se acuerda que dicho importe sea igual a la cuota básica y se realice en un único envío anual.

Es decir, que, por un importe de 80 euros (cuota básica del año 2016), URE enviaría al domicilio particular del solicitante sus tarjetas QSL, se supone que todas (?) las que tengan acumuladas, que pueden ser muchas, pocas o ninguna.

Una de las dudas que plantea esta oferta, es si, en ese precio, sólo incluyen las pocas QSLs que deben quedar en la sede central, ya que la mayor parte de ellas ahora se encuentran en la sección local más próxima al destinatario, después de la operación de centrifugado llevada acabo en los dos últimos años.

Otra posibilidad sería que también incluyeran las QSLs almacenadas en la sección, en cuyo caso deberían volver a enviarse a la central, para ser empaquetadas conjuntamente en ese único envío anual previsto.

Aunque, desde el momento en que, la mayoría de secciones, parecen estar dispuestas a entregar gratuita­mente las tarjetas en su poder, para reducir así stocks, la oferta pierde parte de su atractivo.

Tampoco está claro, en esa "decisión", si el interesado podrá saber, antes de pagar, que cantidad de tarjetas o que peso tiene pendiente en URE, para, con esa información, decidir si le compensa pagar en el año en curso o dentro de unos cuantos, pues parece que la asociación garantiza no tirar nada y seguir acumulando todo lo que no puede entregar a los no-socios.

Lo que sí salta a la vista es el objetivo perseguido por la JD: poner un precio disuasorio para que uno prefiera la opción de hacerse socio y abducirlo así hacia su pseudo-familia.

Sin embargo, el tiro podría salirles por la culata y que, con un precio tan alto, ocurriera justo lo contrario: los socios que no valoren el resto de servicios, sabiendo lo que tardan en llegar las QSLs y que URE las guarda sine die, opten por darse de baja ipso facto y no vuelvan a darse de alta otra vez hasta pasados 5 ó 10 años, por ejemplo, si lo que quieren sólo es recuperar las QSLs.

Pero lo más curioso de todo es que, esas condiciones, van a permanecer desconocidas para la mayoría de radio­afi­cio­na­dos, sobre todo los no-socios, puesto que sólo se encuentran "publicadas" en el área de su web reservada a socios, una clara maniobra para que dicha oferta siga sin estrenarse.

Pues sí, lo has entendido bien: hasta la fecha, nadie ha solicitado jamás activar esa opción y segura­mente así seguirá por mucho tiempo. Lo cual, tampoco debería de extrañar a nadie.

Entonces, ¿porqué se toman tantas molestias en adoptar una decisión que no quieren aplicar? ¿Por puro obscuran­tis­mo? Probablemente no. Más bien se trate de tener preparada la excusa, por si la IARU alguna vez les pide explica­cio­nes sobre el cumplimiento de su resolución, que no recomendación.

Detengámonos, por un momento, a analizar la siguiente frase de la Resolución 89-5: "siempre y cuando esos no-socios estén de acuerdo en pagar el coste total de este servicio" (el de "proporcionar el servicio de QSL entrante a los no-socios dentro de su ámbito territorial de actuación").

Hemos resaltado en negrita dos conceptos dentro de esa frase: el de "estar de acuerdo", que, viendo el éxito de acogida de la propuesta, no hace falta decir nada más; y el de "coste total", sobre el cual vale la pena profundizar algo más.

Por una parte, si el coste de "ese servicio" es igual a la cuota básica entera, no cabe otra interpretación que: el resto de servicios (tráfico de QSLs saliente, revista, seguro de antenas, etc.), o no tienen coste, o no le dan valor alguno.

También cabría pensar que la JD pudiera haber cometido un error de cálculo, aunque, con la de años que lleva esa decisión tomada, y la de JDs que se han ido sucediendo, parece más probable que la cifra tenga toda la intenciona­li­dad ya descrita.

Corrobora esta sensación el hecho de que el "coste" de obtener una onza (28 gr) de QSLs entrantes en Estados Unidos sea sólo el precio de un sobre y un sello, mientras en Luxemburgo 20 gr salgan por 0,52 € y 1 Kg por 6,18€. Una diferencia abismal con los 80 € que impone la URE en España, sin tan siquiera saber que peso obtendremos a cambio.

Pero, llegados a este punto, quizás debiéramos preguntarnos si tan importantes son las tarjetas QSL, como para que derrochemos tanta tinta en este asunto, o hay algo más.

Para los radioaficionados más evolucionados, aquellos que practican las modalidades más recientes, y que acostum­bran a ser de las últimas hornadas, la QSL es un concepto virtual intangible que sirve para confirmar un QSO de manera in-me-dia-ta, sin depender de nadie.

Así sucede en comunicaciones digitales, donde los propios programas envían automática­mente a eQSL todos los datos del QSO una vez terminado este. Lo propio hace el corresponsal y, al finalizar la jornada, sabemos exactamente cuantas nuevas entidades tenemos hechas, si esto es lo que realmente nos motiva.

Para este nuevo radioaficionado, las tarjetas QSL, el buró y la diplomitis en papel son rémoras del pasado que tienen valor CERO, el mismo que todas las toneladas de QSLs que pueda haber acumuladas en URE. ¿O acaso tiene esta, en su contabilidad, una partida asignada a este concepto con un valor distinto a ese?

En fin, que ahí queda toda esa información por si a alguno le interesa aprovecharla. Mientras, seguiremos esperando, aunque sin esperanza alguna, la verdad, y cada vez con menos interés, sino totalmente nulo, la propuesta que pudiese hacer la URE a FEDI-EA en cuanto al intercambio de QSLs. El presidente de aquella, EA1YO, lo calificaba hace poco de muy complicado pero sin entrar en más detalles. Esto nos hace dudar si sospechar de falta de imaginación, de voluntad o de ambas. En cualquier caso, ya se sabe: en tiempo de elecciones, sables en alto. O siguiendo la actitud de moda en nuestros gobernantes actuales: quietud mineral, no sea que salgan movidos en la foto.


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