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Tambores electorales

Hace tiempo, mucho tiempo, que suenan, esto no es nuevo. ¡Y vaya año que nos espera aún! Pero, ¿cómo nos afectan a los radioaficionados? ¿Qué temas tenemos pendientes con los ayuntamientos? ¿Y con las CC.AA.? Seguro que a nuestros lectores les gustará saber en que estado se encuentra el culebrón de Leganés, pero también las gestiones con Barcelona, Madrid, ... o la Generalitat de Catalunya, porque, con las prisas electorales, a veces se cometen... torpezas. Algo a tener en cuenta en el momento de ir a votar.

Lo de Leganés no se merece otro calificativo que ese, pues dura desde mediados del 2011, sin que desde el Ayuntamiento hayan movido ficha. Sólo una carta inicial, llena de buenas palabras, pero luego nada, ni tan siquiera contestar al Defensor del Pueblo en cuatro años. Hasta el mes pasado.

Sí, parece que, ante la seriedad del asunto (falta de colaboración con el Defensor del Pueblo), han respondido, tibiamente, pero lo han hecho. Dicen que "la Ordenanza es muy controvertida", que las "sentencias dictadas por el Tribunal Superior de Justicia (a favor de las operadoras móviles) han sido recurridas por una Asociación Vecinal", que si la abuela fuma, que si esto, que si lo otro.

Ni una palabra sobre la adaptación a la nueva Ley General de Telecomunicaciones vigente.

En fin, que el Defensor del Pueblo se ha percatado de la tomadura de pelo y ha pedido más explicaciones. La lástima es que ya será otro equipo de gobierno municipal quien se tenga que hacer cargo del marrón.

Mientras, con las elecciones en puertas, las promesas han proliferado. Tanto, que en el pleno de enero se aprobó por unanimidad "poner en marcha los tramites oportunos para suprimir y/o modificar de la ordenanza los artículos referidos a los radioaficionados", tres meses antes de poner pegas al Defensor del Pueblo. ¿Será que no tenían intención de cumplirlo? Porque, en plenos posteriores, de este tema ni mu.

Un "Me gusta" en el "Salvemos a los Radio­aficionados de Leganés" de Facebook, no está de más.

¿Qué podemos decir de Barcelona, la que fuera pionera en "suprimir" la tasa a los radioaficionados?

Pues que toda aquella atención que nos prestó algún partido cuando estaba en la oposición, se ha vuelto indiferencia cuando ha estado al frente del consistorio, sin recibirnos ni una sola vez. Toda la presión para implementar los acuerdos adoptados, se ha ejercido indirectamente, aunque con buenos resultados.

Y cuando les hemos pedido actualizar la situación a la nueva Ley General de Telecomunicaciones, hemos tenido que recurrir a la Síndica de Greuges de Barcelona para que nos contesten. Seguimos esperando.

Madrid, villa y corte, empezamos al ralentí, sin respuesta, hasta que intervino el Defensor del Pueblo.

Luego la comunicación ha sido directa, fluida y esclarecedora con los responsables técnicos: no hace falta licencia.

La Generalitat de Catalunya, en la vigilia de iniciarse la campaña electoral, ha lanzado un comunicado de prensa un tanto sorprendente, por varios motivos, sino sospechoso.

El primero, por el título: "Los radioaficionados catalanes garantizarán la comunicación ante situaciones de emergencias". ¿Garantizarán? ¿Garantizaremos? Sabemos de uno que su primera reacción será pregun­tarse: ¿con qué presupuesto? Lógico. Y después: ¿quién se lleva la mordida?

El segundo, en la primera línea del texto: "Las principales asociaciones catalanas de radioaficionados". Ah, ¿pero hay un ranking de asociaciones? ¿Unos criterios de evaluación? ¿De discriminación? ¿Por número de socios quizás? ¿Por ámbito geográfico? ¿Por solvencia económica? ¿Por experiencia en las emergencias? ¿O por amiguismo? Y, ¿qué pasa con las otras?

El tercer motivo viene justo a continuación: "han firmado un convenio". ¿Un simple convenio? ¿Y en qué quedó el decreto oficial que habían anunciado desde Presidencia? ¿Las prisas? ¿La falta de competencias?

Porque a pesar de tanta ley de transparencia, estatal y autonómica, dos semanas después de esa nota de prensa, nadie ha visto aún ese convenio, sólo un resumen: puro voluntarismo.

Eso sí, los protagonistas con ansias, ya han salido a relucir. Los que firmaron y sus sombras. Y no nos referimos a los cargos políticos, meros comparsas de esta historia, pero responsables, al fin de cuentas, por dejarse engatusar y no controlar la tecnoestructura.

El domingo, con el voto, será el momento de pasar cuentas, no lo olvidéis.

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