2024-11-21
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¿Para URE aún somos "cursis pseudooperadores de vanguardia"?
20 años de packet radio han dado mucho de sí, incluyendo aquella polémica Editorial de mayo de 1989.
Pero, con el paso del tiempo, ¿seguiría provocando hoy en día las mismas reacciones?
Aunque el radiopaquete está clínicamente muerto (gracias a la insistencia del tándem
URE-DIGIGRUP
en que una reglamentación específica era necesaria), Internet ha tomado el relevo como medio escrito y de
libre expresión, que permite opinar sin censuras y con apenas moderación.
Pero en 1989 las cosas no eran así para el radioaficionado español. Entonces las opiniones sólo se daban
a través del órgano oficial de la asociación mayoritaria: su revista, previo filtrado por parte de sus dirigentes.
Y bajo el mandato de EA1RF, persona de profusa verborrea y cerrazón a cualquier acción proviniente del exterior,
las discrepancias no estaban bien vistas, aunque no podemos decir que escasearan, precisamente.
La etapa de depuración de aquellos socios contrarios a la "línea oficial" fue una de sus consecuencias,
no sólo con expulsiones, sino también con denuncias ante Telecomunicaciones para apartarlos de la radio.
Otra fue la intimidación a diversas publicaciones, para que no se desviaran ni un ápice de su vocación técnica pura,
habiendo sido testigos de reiteradas demostraciones de seguidismo descarado, con la única finalidad de no perder
clientes.
Pero controlar el radiopaquete se convirtió en un reto más difícil, porque no era de nadie y todos
podían escribir lo que quisieran. ¡Incluso con faltas de ortografía!
La única solución que encontraron fue convencer
a la Administración de la necesidad de dictar normas más restrictivas, alegando que a través de la radio no debían
permitirse mensajes más allá de lo puramente técnico (no se podían tolerar las compra-ventas y menos los ataques a
la institución).
Si bien aquella batalla la ganó el ala más retrógrada, la irrupción de internet les ha desbordado por completo,
aunque digan que sólo una cuarta parte de sus socios la usan. Que, por cierto, han pasado de ser el 50% del total de
radioaficionados españoles en 1989, a menos del 24% en el 2005.
En fin, que no sabemos si el resto de cosas habrán cambiado tanto desde entonces, sobre todo en cuanto a las actitudes.
Pero esto ya sería otro artículo.
(Editorial URE, mayo de 1989.)
GRAMATICA, ORTOGRAFIA, SINTAXIS O LA RESPONSABILIDAD DE HABLAR Y ESCRIBIR CORRECTAMENTE UN IDIOMA
Los radioaficionados americanos de habla hispana son celosos defensores del idioma
español. Suelen llamarnos la atención a los españoles, tan dados a la frivolidad de
adaptar barbarismos, aunque sean técnicos, y mejor si anglicismos. El "paquetista" no
duda en incorporar el término "digipiter", extrapolación de "repeater" (repetidor)
pa-ra-que-se-pa-mos-to-dos-que-no-es-un-re-pe-ti-dor (?), la unidad receptora y
emisora que sirve de repetidor de los mensajes que, en este caso escritos, lanzamos
desde nuestra estación. Puestos a buscar eufemismos los hay que los denominan "nudos",
que sería la castellanización de "nodos", que no significa otra cosa que nudo, o sea,
estación que une. También lo tienen claro algunos que abandonan el término aficionados,
o radioaficionados, para convertirse en "usuarios", castellanización de "users", nuevo
vocablo procedente del inglés que transforma nuestra afición en una especie de
asociación de consumidores.
No se alcanza a percibir bien hasta dónde llega la inconsciencia de los que claman
porque el paquete es-la-ra-dio-del-fu-tu-ro, pidiendo que se controle el tema, porque
parece que piden realmente que se controle a los demás, que "ellos son perfectos",
y saben más que nadie lo que les conviene. ¡Qué sabrán de la radioafición estos
cursis pseudooperadores de vanguardia, que empiezan por olvidar su idioma en un medio
de comunicación cuya base es la escritura! ¿Se puede esperar algo de quien utiliza
este moderno sistema como púlpito para colocarnos sus diatribas? ¿Es para eso la radio?
O el otro, que "llena" los buzones con una carta "al presidente" solicitando explicaciones,
como si fuese la sección de cartas al director del periódico de su pueblo. ¿Estos son
los pioneros? ¿De éstos tenemos que aprender?
El primer problema que presenta la actividad radioeléctrica con soportes escritos
-también RTTY- es que hay que saber leer y escribir, y de la lectura se aprende,
y con la escritura se comunica. Antes de lanzar un comunicado por este sistema es
obligado leer la normativa que regula la práctica de la radioafición, y la otra
normativa, que aceptamos como tales radioaficionados que presumimos ser, que de
forma tácita asume ciertas reglas de orden ético.
El sistema de los radiopaquetes se viene empleando con alguna reiteración para
injuriar, y encima con escaso estilo y abundancia de faltas de ortografía y sintaxis,
que se reflejan en las copias que circulan realizadas en las impresoras. Si además
el aspirante o aspirantes a "flageladores permanentes del sistema" es o son socios de
la URE, aquellos que no lo sean quedarán sorprendidos por la sustitución del foro
asambleario y la controversia interna: por los buzones de depósito de los "mensajes",
donde además de los españoles, cualquier otro radioaficionado podría intentar estudiar
nuestro idioma traduciendo boletines sorprendentes, como a los que se alude.
Ya se apunta que es fundamental saber leer, y algunos demuestran que no saben y que,
ahítos de protagonismo, predican de lo que no entienden, y sordos, ciegos y medio
descalabrados argumentan desde la pequeñez de su horizonte exigiendo a los demás lo que
ellos no saben ni tienen capacidad de hacer, y para colmo de desdichas, sin un mínimo
respeto por la gramática, por la ortografía o por la sintaxis. En un programa de una
emisora de FM, que dirige un conocido experto en DX, se le preguntaba al presidente
de la URE si tenía algo que ver con la normativa de repetidores. La respuesta, a la
gallega, vino a ser: ¿Si fueses presidente de una asociación de radioaficionados,
grande, mediana o pequeña, y tuvieses oportunidad de influir en algún aspecto de una
normativa sobre un tema del que ninguna otra asociación se preocupó, ni ningún
radioaficionado de los que van por libre, tu influencia cómo sería: a la medida de
la asociación que presides y que tienes la responsabilidad de administrar, o a la de
las demás asociaciones que no se preocupan del problema, o a la de los aficionados
que "pasan" de asociaciones?
Es que antes de comprar este nuevo juguete, que vale una pasta gansa, hay que ser un
mediano mecanógrafo, tener cierta relación con los comandos de los ordenadores y saber
leer para enterarse de la normativa que encauza la actividad del Servicio de
Aficionados. Y luego, finalmente, saber escribir con un mínimo de ortografía y sintaxis.
Decía, en un encuentro REP-URE, el presidente portugués que hablaría despacio en su
idioma para que lo entendiesen mejor, pues no quería "estragar" el idioma de Cervantes.
Cierto, pues por parte del presidente español, al querer apoyarse en la lengua gallega
-que fue la de las Cantigas de Alfonso X el Sabio-, farfullaba un pupurri que lo único
que consegía era "estragar" la lengua de Camoens. Con que entre los "users" del "paquet"
se da el caso doloroso de que ignoran el idioma castellano y pretenden ser expertos
en "digipeaters", usando la "gateway" mediante el "software" para luego obtener la
"copy" en la "printer", previa grabación en el "flopy"..., aprovechando que la nueva
técnica no provoca "pile-ups"; algo así como si acabasen de inventar el inglés-chelí-posmodernista.
La gramática es el arte de hablar y "escribir" bien un idioma. La ortografía es el arte
de escribir "correctamente" las palabras. La sintaxis, el tratado de la relación y
"ordenación" de las palabras en la oración y enlace de unas con otras.
En términos generales debemos ser cuidadosos en el uso -y aquí sí que sirve el término-
de nuestro idioma. Más en aquellos radioaficionados que utilicen sistemas con soporte
escrito. Se pueden disculpar errores en el código Morse -porque se está aprendiendo-,
pero es difícil disculpar a quien predica sin dominar el más elemental de los medios
de comunicación, que es el del idioma. Si presumen de ser tan espabilados para aprender
a escribir los anglicismos -mal por lo que se ve-, tendrían que saber, como radioaficionados,
que el código Q no tiene plural y, por tanto, no es correcto escribir QSO,s o QSL,s o
CQ,s o QSY,s, y tampoco se entiende lo que se quiere expresar cuando se incluyen
términos como SYSOP,s o BBS,s, y no digamos VHF,s, y ya, siguiendo con los papanatismos
de la importación de terminajos, hágase con el mismo respeto que debemos autoexigirnos
a nosotros para con nuestro idioma, con el del que bebemos, y escribamos "digigroup"
y no "digigrup", porque si lo de "digi" viene de dígito: número que puede expresarse
con un sólo guarismo, "grup" no figura ni en el diccionario de la Lengua inglesa ni en
el de la española. Por otro lado, no sería la coma el signo a escribir en esas
pretendidas pluralizaciones, sino el apóstrofe. Al utilizar una coma tras un nombre
pretendiendo pluralizarlo, o siendo más correcto un apóstrofe , estamos expresando
"de QSO", y siguiendo en los ejemplos "de QSL", "de QSY", "de BBS", "de SYSOP",
"de DIGIGROUP", "de VHF", etc. Puestos a pluralizar tendríamos que escribir: SYSOPOS,
DIGIGRUPOS, QSOS, QSELES, QSYS, BBESES, etc., pero desde la humildad de nuestra
asociación mayoritaria, no caeremos en el error de "estragar" el idioma de Shakespeare.
Por lo menos mientras pretendamos que, además de ya ser reconocida nuestra asociación
como de utilidad pública, se considere que también realizamos una actividad cultural.
Si has llegado hasta aquí, quizás te interese ver como siguió este asunto.
Recogemos a continuación las cartas enviadas a la redacción por parte de:
EC6PG, EA5BWO, EA2BAK, EA1AKU, EA7GBW, EA2XX y EA6GP;
y publicadas al cabo de dos meses, con la inevitable respuesta "cariñosa" del Presidente a cada una de ellas.
Réplicas y contrarréplicas
(9 páginas, 8 MB).
Obviamente esa era la postura oficial de la asociación entonces.
¿Y ahora? ¿Acaso ha manifestado, la Junta actual, algún cambio de posicionamiento?