2024-11-21
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El Futuro Perdido de la Radioafición...
Reproducimos a continuación la traducción del artículo "Ham Radio's Lost Future" de KE9V, donde Jeff plantea una cuestión
muy interesante: "en un momento dado, la radioafición llegó a una encrucijada en la que podía escoger entre seguir evolucionando o
volver al pasado, y eligió esta última opción". ¿Ya no somos más aquellos pioneros del siglo pasado? ¿Sólo nos queda la nostalgia
de antaño? Veamos...
El Futuro Perdido de la Radioafición
Hubo un tiempo en que los desarrollos en el terreno de la radioafición fueron relevantes en relación al resto del mundo.
En aquellos días, un joven podía llegar a estar interesado en la tecnología de la radio y sus primeros pasos en esa aventura podían haber sido
como radioaficionado. A través de la construcción y experimentación ese neófito podía eventualmente ganarse la vida como reparador de radio y TV,
o encontrar trabajo como técnico en electrónica. Incluso podía seguir un camino para convertirse en un ingeniero electrónico desarrollando
nuevos métodos y hardware para comunicaciones comerciales o militares.
Había un hilo común entre su afición y su vocación. Los radioaficionados estaban en la vanguardia del descubrimiento y de la experimentación y esos
desarrollos estaban estrechamente reflejados en el mundo no-aficionado. De hecho, lo que ese individuo estaba haciendo en la mesa de trabajo de su
cuarto de radio a menudo iba uno o dos pasos por delante de lo que hacía para su empleador.
Pero en algún momento en el transcurrir del tiempo y del espacio, la radioafición alcanzó una encrucijada crítica. Podía continuar en una dirección
hacia el futuro o elegir la otra dirección - un largo y tortuoso camino de vuelta al pasado.
Para bien o para mal, se optó por echar por la borda el futuro y volver al pasado.
Considere cuidadosamente la posición de la radioafición justo antes de esa encrucijada. Habíamos sido pioneros en la radio FM en VHF y UHF
y habíamos cubierto el territorio con repetidores de modo que un operador con una radio portátil podía hacer contacto con otros mucho más alejados
de su línea de visión. Ya habíamos elaborado los protocolos y la topología de red necesarios para pasar datos a través del éter a tasas comparables
a los métodos terrestres de la época. Y teníamos nuestra propia flota de satélites que fueron pioneras de nuevos métodos en las comunicaciones
espaciales, así como la construcción y lanzamiento de naves espaciales de bajo costo.
La evolución futura en el mundo no-aficionado de la radio a partir de ese punto incluía la tecnología celular y la transmisión de datos de alta
velocidad a través del aire. Las aplicaciones comerciales para la difusión de la radio y la televisión han cambiado radicalmente y ahora incluyen
la imposición de técnicas digitales. Las aplicaciones militares para las comunicaciones seguras en el campo de batalla usan satélites y medios
terrestres como las redes de malla (mesh) para la transmisión de voz y datos. Nuestros hogares, restaurantes y cafeterías estan bañados
de RF con transmisión de datos que mantienen a nuestros dispositivos móviles conectados a Internet.
Ninguna de estas "nuevas" tecnologías habría sido lo más mínimo ajena al radioaficionado si hubiéramos tomado el camino hacia el futuro.
Habrían alentado a los más jóvenes a participar en nuestro hobby, ya que podría muy bien conducirles a una carrera estimulante en uno de los muchos
campos técnicos crecientes y lucrativos - al igual que en tiempos anteriores.
El punto más importante que quiero destacar es el siguiente: la tecnología no pasó de largo de los radioaficionados porque no fueramos lo
suficientemente inteligente como para habernos adaptado a los rápidos cambios que se producian, podríamos haber liderado esa revolución,
los radioaficionados entusiastas eran los proto-geeks de este planeta.
No, la tecnología no nos abandonó, más bien nosotros elegimos voluntariamente un camino que llevaba de vuelta al pasado y, al hacerlo, vimos al futuro
marchar hacia adelante sin nosotros.
Mi conjetura es que elegimos este camino, porque el futuro implicaba cambios que cuestionaban seriamente los antiguos dogmas.
El viejo tipo que podía doblar el latón se vería infravalorado en el nuevo mundo, mientras que el chico joven con el ordenador conectado a la radio
iría al alza y esto se consideró inaceptable.
Por supuesto, sigue habiendo algunas facetas de nuestra afición que requieren procedimientos de alta tecnología. Por ejemplo, sería difícil argumentar
que rebotar una señal de radio en la Luna y después recibir su eco no es una de las cosas más difíciles que hacen los radioaficionados.
Sin embargo, cuente el número de radioaficionados activos en esa modalidad y deberá concluir que se trata de una pequeña fracción del uno por
ciento de todos los titulares de licencia. ¿Por qué? Probablemente debido al grado de dificultad técnica necesaria para el éxito.
Es mucho más fácil, trivial, de hecho, echar un cable por encima de una rama de un árbol y hacer un contacto en 40 metros CW, por lo que muchos más
optan por hacer esto en su lugar.
Entusiastas de baja potencia (QRP) han pasado décadas tratando de dejar claro que la comunicación en HF es posible sin prácticamente nada en absoluto.
Que usted o yo podamos montar un transmisor-receptor de dos transistores en una sola noche y hacer contactos por radio con él es ampliamente visto
como la magia de la radio entre los de su cuerda, sin embargo, en realidad esto sólo sirve para demostrar que han adoptado los elementos más simples y
con menor tecnología de RF y que no tienen intención de ir más allá de eso.
Al seleccionar el camino al pasado, también decidimos que el valor de la radioafición como entretenimiento era más importante que
el rápidamente expansivo campo de las tecnologías de la comunicación.
Tenga en cuenta las muchas maneras en que hemos convertido la radio bidireccional (two-way radio) en un juego.
Cazamos DX hasta que todos los países del mundo han sido trabajados y luego inventamos otros nuevos (new ones).
Los fines de semana se dedican a la operación continua con el objetivo de ganar el máximo de puntos.
Hacemos el contacto por radio con los demás y luego traficamos con tarjetas para demostrar que realmente lo hicimos.
Certificados (papel de empapelar, wallpaper) de todo tipo se ofrecen por contactar con estaciones específicas o durante eventos específicos, etc.
La lingua franca de la radioafición es el código Morse y los que son competentes en CW son más valorados que los que no lo son.
Al igual que el latín, es una lengua muerta que no es esencial, sin embargo, sirve como un poderoso tótem para un sistema de creencias
interno de la radioafición y para nada más bajo el sol.
Al seleccionar el camino al pasado, la afición ha determinado que la nostalgia es más importante que la innovación y por lo tanto ahora tenemos que
depender de la nostalgia para impulsar el crecimiento futuro; lo cual es un elemento crítico.
Los Estados Unidos tienen una población con una próxima saturación de nuevos jubilados (baby boomers). Gente como yo a quienes les gusta mirar hacia
el pasado tanto o más que hacia adelante. Se trata de un mercado ya existente para el crecimiento nostálgico y deberíamos anticipar que aquellos
que disfrutan de la lectura de la llamada de socorro de radio del Titanic, la restauración de viejas radios o la construcción de nuevos equipos
con válvulas de vacío, etc., hincharán nuestros números por una temporada. Es completamente insostenible a largo plazo, pero está aquí y ahora
y contribuirá a un crecimiento adicional de la afición.
A pesar de que la radioafición es un pasatiempo atractivo y agradable, nos vemos obligados a reconocer las consecuencias de la decisión
que se tomó no hace mucho tiempo. La radioafición se ha convertido en un viejo puesto de venta en un tramo solitario de la ruta 66 en alguna parte
del desierto. Paras para admirar el indio de madera, los antiguos surtidores de gasolina y las máquinas de refrescos. Puedes tomar una cuantas fotos,
comprar algunas chucherías para tu sobrina y tu sobrino y pasar un rato agradable recordando que el Viejo Oeste fue hace mucho tiempo.
Y luego te metes en el coche y vuelves al mundo real.
Nada de esto va a disminuir el disfrute que los entusiastas puedan obtener de esta afición única. Hay gente en el mundo que disfruta
construyendo antiguas máquinas de vapor, restaurando coches antiguos, y fabricando mantequilla artesana. La tecnología no siempre mejora la calidad
de vida y tiene muchas consecuencias no deseadas. Pero la realidad exige que reconozcamos nuestro lugar en el gran esquema de las cosas,
y cuando se trata de la radioafición, ya no somos de la misma clase que aquellos que innovan e inventan.
Ya han pasado décadas desde la última vez que nos hicimos un hueco en el universo y probablemente lo mejor sea que vivamos nuestros días
jugando tranquilamente con nuestras radios.
Tan interesante o más que el artículo en sí mismo son los comentarios que han publicado los asiduos de ese blog al final del mismo: