2024-12-21
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Telecos: ¿lo hacen por nosotros o sólo por ellos?
Una insólita nota, ampliando hasta el 30 de junio del 2013 el plazo para renovar las autorizaciones
de radioaficionado y CB-27 que caducan a final del 2012, nos llegó la semana pasada.
El anuncio sorprende por las múltiples irregularidades legales que contiene y porque no soluciona el problema
de los que renovaron en tiempo pero aún no se les ha expedido la nueva autorización, entre ellos muchos socios de
FEDI-EA. Este es el malestar que hemos querido trasladar al Secretario de Estado.
Secretaría de Estado de Telecomunicaciones
y para la Sociedad de la Información
Att. Sr. D. Víctor Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín
Capitán Haya, 41
28046 Madrid
La primera es: ¿Cuántos radioaficionados y usuarios de Banda Ciudadana NO han renovado su autorización a 30 de noviembre del 2012?
Suponemos que muchos habrán sido, a juzgar por las excepcionales medidas adoptadas, cuya dudosa legalidad pretende sustentarse en normas aún
no publicadas y en clara contradicción con las actualmente vigentes, algunas incluso de rango superior (Orden Ministerial, Real Decreto, Ley, ...).
Ampliar el plazo de renovación en 7 meses, sin más, nos parece del todo inútil si no va acompañado de una información personalizada a cada afectado,
cosa que sí contempla el procedimiento vigente con la "previa tramitación del correspondiente expediente administrativo" y dando
"la oportunidad al interesado para que en el plazo de un mes subsane la omisión de la comunicación de su intención de seguir utilizando
el dominio público radioeléctrico".
Porque también pudiera ocurrir, Sr. Secretario, que, llegados a 30 de junio del 2013, no se hubiera publicado el tan deseado nuevo
Reglamento de Radioaficionados, o este hubiera sido impugnado, y, los mismos que no se enteraron que tenían que renovar antes del 30 de noviembre,
tampoco se acaben enterando de la generosa ampliación de plazo, concluyendo así que para este viaje no hacían falta aquellas alforjas.
Que alguien pueda pensar que, todo este proceso de abrir expedientes administrativos, sea más costoso de lo que se hayan ahorrado dejando de mandar
la prometida carta recordatoria a todos los afectados por la renovación de este año, es lógico y plausible. Tanto como pedir responsabilidades a
quien hubiera tomado esa burda decisión.
Sin embargo, en nuestra modesta opinión, todas estas medidas lo único que pretenden es maquillar unas estadísticas en caída libre,
intentando evitar así la imprescindible reflexión y autocrítica que debería hacer la Administración, por la parte que le compete.
Porque una Administración que escucha (o simula hacerlo, reuniéndose con asociaciones), pero que no oye (ya que no hace ningún caso a las
peticiones recibidas); que incumple sus propios compromisos de nuevas reuniones de seguimiento; que no informa abiertamente al sector,
sino que sólo se limita a filtrar interesadamente datos a algunos agentes del mismo; comprenderá, Sr. Secretario, que no pueda merecer
nuestra más mínima confianza.
Pero la segunda cuestión, para nosotros incluso más importante, tampoco es baladí:
¿Cuándo piensa la SETSI remitir las nuevas autorizaciones, válidas hasta el 2017, a todos aquellos usuarios que SÍ lo han
solicitado dentro del plazo preestablecido?
Porque el 1 de enero está a la vuelta de la esquina y los miles de socios de esta Federación, que se han acogido a la
llamada "renovación masiva", se encontrarán con su autorización caducada y sin previsiones fidedignas de recibir la nueva, porque no parece
que la SETSI haya hecho absolutamente nada con la solicitud y la documentación complementaria que enviamos a finales de setiembre,
justo antes del inicio del periodo de renovación.
Consideramos, al igual que lo hizo quien redactó la norma en su día, que dos meses (del 1 de octubre al 30 de noviembre) debería ser plazo
suficiente para poder tramitar todas las peticiones de renovación, sobretodo teniendo en cuenta que disponen de todo un año para preparar
y planificar la campaña.
A nadie se le escapan las graves consecuencias e inconvenientes de tener caducado el DNI, o el carnet de conducir, por ejemplo, con:
sanciones, recursos, papeleo, tiempo, dinero, etc.
Algo parecido, pero de alcance imprevisible, puede suceder con la autorización caducada de radioaficionado, una actividad que, en buena parte,
se desarrolla fuera de los domicilios particulares de sus titulares, sea al aire libre, en coche, o incluso en otros países.
No está de más recordar aquí que, la autorización española de radioaficionado, tiene la consideración de Licencia CEPT,
lo cual permite operar en todos los países acogidos a la Recomendación T/R 61-01, que, entre otra información, debe incluir su periodo de validez.
Por todos estos motivos, EXIGIMOS que se expida INMEDIATAMENTE y sin dilación, a todos aquellos socios de FEDI-EA cuya autorización
vaya a caducar a 31 de diciembre del 2012, la nueva autorización válida hasta el 31 de diciembre del 2017.