2024-12-21
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D-Star: un punto de vista crítico
Interesantísimo artículo de Angelo, IK1QLD, miembro activo del CISAR,
donde disecciona los pros y contras de esta nueva tecnología, y pone en duda su futuro éxito en el ámbito
de la radioafición.
D-Star
D-Star es el acrónimo de: Digital Smart Technologies Amateur Radio (Tecnologías Digitales Inteligentes para
Radioaficionados).
Puede que alguien haya oído hablar de D-Star incluso antes del 2001, pero es sólo a partir de esa fecha que se anuncia y
presenta este acrónimo al gran público (grande porque en el mundo hay millones de radioaficionados). Se trata de
un protocolo de transmisión y recepción para el ámbito de la radioafición; era la versión 1.0 de un nuevo protocolo que
permite transportar simultáneamente voz y datos sobre un mismo canal radio, mediante una codificación digital de la
información.
El D-Star nace en Japón, en el seno de la JARL (Japanese Amateur Radio League), pero no se hace de dominio público.
Para ser más precisos, cada usuario (fabricante o investigador) de equipos de radio para aficionados, que opera según las reglas
previstas por este protocolo, no debe solicitar autorización al propietario intelectual. Sin embargo, el protocolo es
de tipo propietario, el código está protegido por 23 patentes y, por tanto, no es accesible a los investigadores a fin
de poder aportar modificaciones y/o implementaciones propias, ni siquiera conocerlo para estudiarlo y evaluarlo.
Además, en el 2003, ICOM ofrece el primer equipo comercial compatible con D-Star, pero, aún hoy, sigue siendo el
único productor y vendedor de equipos provistos con esta tecnología. Estamos básicamente en presencia de un
monopolio por parte de ICOM, que aplica, a los transceptores equipados con la tecnología D-Star, por supuesto,
el precio que quiere, sin ningún tipo de competencia. Todo esto, en un ámbito donde debería prevalecer la
investigación personal, la libre experimentación y la autoconstrucción.
Esto no es muy ético, es una posición dominante y exclusiva.
Por todo lo expuesto anteriormente, la tecnología D-Star es decididamente cara y ciertamente no invita a los
radioaficionados a la experimentación.
Técnicamente hablando, la tecnología D-Star permite la coexistencia del modo DV (Digital Voice) con el modo
DD (Digital Data).
En DV, el audio se digitaliza y comprime a 3600 bits/s, más concretamente, se produce una compresión de 2400 bps para
la voz con la adición de una corrección de errores o FEC a 1200 bps. El codificador de voz -atención-
es de tipo propietario, específicamente es un producto de AMBE TM (DVSI AMBE 2000).
El audio así tratado se transmite en GMSK a 4800 bits/s. Uno se da cuenta que sobran 1200 bits que,
evidentemente, no se pierden, sino que se utilizan para la trasmisión de datos a baja velocidad.
El ancho de banda ocupado es de sólo 6 KHz, con 10 KHz de espacio entre canales.
Por las características enumeradas, este sistema puede ser utilizado en las bandas de 2 metros, 70 y 23 cm.
En DD, la transmisión es sólo de datos, a una velocidad de 128 Kbit/s, que ocupa un ancho de banda de 150 KHz.
Por estas características, el modo DD sólo se puede utilizar en la banda de 2,1 GHz y superiores.
El protocolo D-Star exige que cada aparato se configure mediante la introducción de cuatro parámetros:
MY (el propio indicativo), UR (el indicativo del destinatario para una llamada selectiva) o CQCQCQ (destinatario
genérico para una llamada general), R1 (el nombre del repetidor al que se conecta el aparato), R2 (el nombre de la
puerta de enlace (gateway) de pertenencia).
De la configuración anterior se desprende que la tecnología está destinada a aquellos que utilizan repetidores y
puertas de enlace; donde, por supuesto, el repetidor debe ser compatible con D-Star y, obviamente, un repetidor debe
estar interconectado con otros repetidores compatibles con D-Star o con la red internet a través de un servidor de
puerta de enlace (también compatible con D-Star).
En resumen: para poder acceder a esta nueva tecnología, uno debe estar dispuesto a desembolsar bastante dinero;
debe adquirir el equipo D-Star compatible, disponer de una red de repetidores D-Star compatibles conectados entre sí
mediante enlaces de radio de alta capacidad (para lo que, curiosamente, ICOM tiene una solución de enlaces a 10 GHz),
y disponer de las puertas de enlace a internet D-Star compatibles.
Los precios de los transmisores se pueden ver en todos los catálogos de los comerciantes, el costo de un nodo compuesto
por un repetidor DV de 144 MHz, un repetidor DV de 430 MHz, un sistema de 1,2 GHz, para la interconexión de DV y DD,
un servidor de gateway de internet, un enlace de alta capacidad de 10 GHz, antenas y ordenadores, supera los
10.000 euros, sin incluir los mástiles, torres, estructuras varias, conectores de cable coaxial y todo el resto.
Y sin la instalación de lo anterior, un aparato ICOM compatible D-Star es inútil, así como es inútil un repetidor
D-Star compatible si no está conectado a una red de otros repetidores D-Star compatibles. Los costes, por lo tanto,
son muy superiores. Es cierto que el importador de los productos italianos ICOM ha ofrecido en prueba material
diverso, pero no se trata de regalos, y, en cualquier caso, un nodo aislado no sirve para nada.
Para hacer frente a los costes tan onerosos, debería ocurrir que esta nueva tecnología ofrezca beneficios realmente
excepcionales, algo que no opina la mayoría. La difusión de la tecnología D-Star es bastante limitada, creo que en el
mundo hay sólo 300 puertas de enlace, poco más de una decena en Italia. Para un sistema nacido en el 2001, que sólo la
ICOM a propuesto sus equipos en el 2003 y su gateway de internet en el 2005, yo diría que los números son en realidad
muy bajos.