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Telecos: ¿a mitad de radioaficionados, mitad de sueldo?

En los tiempos que corren, seguramente esta sería una medida justa, acertada y merecida para sus máximos responsables, cuyo objetivo, sin duda, no era cargarse el servicio, sino cuidar de él. Y, a juzgar por las es­ta­dís­ticas, realmente no parece que lo hayan hecho demasiado bien: 60% de licencias perdidas en 15 años.

Pero, más allá de cifras, lo preocupante son las actitudes, para las cuales no se vislumbra en el horizonte ninguna señal que nos permita albergar esperanzas de cambio.

La percepción generalizada, desde este lado del mostrador, es que ninguna medida se toma para facilitar y promover la labor de los radioaficionados, sino sólo para ahorrar trabajo a los "servidores" públicos, aunque sea por la vía del desánimo: dificultar el cambio de indicativo (de EB a EA, p.ej.); pegas para obtener indicativos especiales con motivo de eventos singulares; solicitar mucho papeleo, pero presumir de e-Administración; eliminar los exámenes en sábado; poner trabas a la devolución de tasas abonadas indebidamente; etc.

Pero cuando llega el momento de recurrir la Ordenanza de antenas de Leganés, que a todas luces invade competencias del Estado, ministeriales, entonces hacen mutis por el foro.

Por si acaso esos jerifaltes tuvieran la tentación de re­per­cutir los recortes, en sueldo o en plan­ti­lla, hacia sus sub­ordinados, muchos de ellos con méritos más que notables, siempre dis­pues­tos a echarnos una mano, que sepan que no aceptaremos rebajas en el nivel de atención.

Para ilustrar el artículo, Forges tiene muchas viñetas sobre funcionarios, a cual más elocuente.

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